Maria del Mar Nicolás Martínez

mnicolas@ual.es

La colección de escultura y orfebrería de don Fernando Joaquín Fajardo, Marqués de los Vélez y Virrey de Nápoles (1675-1683)

DOI: 10.7431/RIV03072011

El 27 de enero de 1683 abandonaba el palacio Real de Nápoles don Fernando Joaquín Fajardo de Requesens y Zúñiga (1635-1692), VI marqués de los Vélez, quién había ostentando el cargo de virrey de la Monarquía Hispánica en aquella corte territorial desde el año 1675 (Fig. 1). A su salida de la capital partenopea por el puerto del Molo llevaba consigo numerosas obras de escultura, orfebrería y pintura pertenecientes a la magnífica colección artística que había logrado formar en Italia durante el periodo de su virreinato, gran parte de la cual ya se encontraba desde hacía algún tiempo en España. En este sentido, y como ha documentado Leticia Frutos, en junio de 1681 se desembarcó en el puerto de Cartagena ciento setenta y dos cajones procedentes de Nápoles que contenían, entre otros objetos, «tres tapicerías, una de la Historia de Elías, otra de Escipión y Anibal ‹y› otra de Carlomagno; dos colgaduras, la una de terciopelo carmesí guarnecida con galón de oro y la otra de damasco de oro carmesí guarnecida con su galón y forro de holandilla con sobrepuertas y otras cortinas de tafetán con sus galones; tres estrados, uno de tafetán, otro de brocado ‹y› otro bordado con suelo de terciopelo […] el maderaje de un camón con sus estatuas y cortinaje de Belillo y las demás ropas que le pertenecen; dos alfombras de Mesina […] diferentes relojes de ébano y bronce; unas papeleras con su remates de plata y bronce y sus cristales […] diferentes estatuas de bronce y piedra; diferentes bufetes de piedra y concha y dos con chapa de plata y coral; unas urnas de santos; diferentes láminas; diferentes pinturas con sus marcos dorados; unos escritorios de madera, pasta, cristal y concha […] diferentes hechuras de santos de escoltura con sus urnas y bufetillos; algunos espejos de todos tamaños; dos braseros iguales con sus bacías y paletillas de plata que pesaron hasta trescientos y cincuenta marcos y trece o catorce cajones con los aderezos de una carroza de terciopelo carmesí con todos sus aderentes y otras seis guarniciones de caballos y una potrochina negra con todos sus aderentes y otras seis guarniciones y sillas de caballos de ambos aderezos…»1.

A este número considerable de piezas hay que sumar otras tantas “diferentes cosas para sus Majestades el Rey, Nuestro Señor, la Reina, Nuestra Señora y la Reina viuda, Nuestra Señora y para la Excelentísima marquesa de los Vélez, mi señora y mi madre, a quién todo va dirigido»2 que el 18 de julio de ese mismo año el virrey mandó expedir a Barcelona embaladas dentro de veinticinco grandes cajas transportadas en el navío Arca de Noé del Tercio napolitano del IV marqués de Torrecuso, entre las que se encontraban ocho nuevos tapices, dos imágenes de la Inmaculada Concepción, otras dos figuras de San Miguel Arcángel -una de ella guarnecida de filigrana de plata-, una escultura de San José, un Santo Cristo de marfil con la cruz de ébano, un Crucificado de bronce, un «monte» para la Reina madre y seis pinturas de Luca Giordano, de las que sólo se conoce los asuntos de dos de ellas: el retrato de Séneca y otro del patricio romano Marco Curcio. También aparece anotado en la relación del envío dos fuentes de filigrana de plata, dos escritorios grandes de ébano, concha y cristal, otros cuatro escritorios de cristal, dos baúles pequeños de concha y cristal, cajitas de cristal de roca, un reloj de cristal con matices, seis fresqueras con «maná de San Nicolás», varias docenas de abanicos, guantes y cortes de vestidos de raso de flores y «sorbetes y dulces de Palermo»3.

La lectura de estos listados de piezas, que por su número y categoría artística en nada se diferencian de otras similares acumuladas igualmente por los demás pro reges de la época, suscita el interés por estudiar la figura del VI marqués de los Vélez en su faceta de mecenas y coleccionista de arte, pues si bien son muchos los trabajos publicados con relación al coleccionismo artístico practicado en origen por los virreyes de Nápoles durante la segunda mitad del siglo XVII, son inexistentes, por el contrario, los ensayos monográficos sobre este tema dedicados a don Fernando Joaquín Fajardo, algo que nos parece de todo punto necesario para ayudar a completar en su conjunto la historia del coleccionismo artístico en España durante el reinado de los Austrias, como también para seguir indagando en el papel fundamental desempeñado por los vice-reyes como transmisores de influencias e intercambios artísticos entre Italia y la península ibérica. Por ello, y de acuerdo con lo anterior, en este artículo4 damos comienzo a dicha tarea publicando los inventarios de las esculturas y de las exquisitas piezas de orfebrería trabajadas en plata y en diversos materiales preciosos de «la tierra y el mar»5 de la colección de arte del virrey de los Vélez, dejando para una próxima ocasión el estudio del inventario de su biblioteca y del resto de sus bienes muebles y, en especial, de su galería de pintura, formada por más de 500 obras que se atribuyen en los documentos a maestros tales como Marco de Siena, Michelangelo, Rafaello, Tiziano, Tintoretto, Paolo Veronese, Julio Romano, Polidoro da Caravaggio, Taddeo y Federico Zuccaro, Cavalier d’Arpino, José de Ribera, Pietro del Po Siciliano, il Domenichino, il Guercino, Salvator Rosa, Andrea Vaccaro, Giuseppe Recco, Giacinto Brandi, Pier Francesco Mola, Abraham Brueghel, Francesco Solimena y Luca Giordano, pintor del que don Fernando Joaquín fue amigo y promotor y uno de los mayores coleccionista privado de su obra en España.

ALGUNOS DATOS BIOGRÁFICOS

En 1630 el autor napolitano Giulio Cesare Carpaccio, al enunciar los méritos que debían de adornar al virrey de Nápoles como alter ego del monarca español, señalaba que entre aquellos tenían que figurar como principales la nobleza del linaje del pro rex, su riqueza personal y los servicios prestados a la Corona6, cualidades todas ellas que ciertamente concurrieron en la figura de don Fernando Joaquín Fajardo (Fig. 2). Nacido en Zaragoza en 1635, fue el segundo hijo de don Pedro Fajardo de Zúñiga y Requesens (1602-1647), V marqués de los Vélez, y de doña Mariana Engracia Álvarez de Toledo y Portugal (†1686)7, hija, a su vez, de VI conde de Oropesa. La nobleza de su estirpe, convenientemente exaltada en el panegírico Gli Eroi Fassardi de fray Bonaventura Tondi, «dottore in Sacra Teologia e Cronista Regio», publicado en Nápoles en 16828 (Fig. 3), y en el Memorial de la Calidad y Servicios de la Casa de Fajardo (1686) elevado al rey  por don Luis de Salazar y Castro, cronista mayor de Indias y ayuda de Cámara de Carlos II, para solicitar en nombre del VI marqués de los Vélez la grandeza de España de primera clase para su Casa9, se remonta al siglo XIV, cuando uno de sus antepasados, Alonso Yáñez Fajardo, fue nombrado adelantado mayor del Reino de Murcia, si bien el título del marquesado de los Vélez le fue otorgado en 1507, por la reina Juana de Castilla, a don Pedro Fajardo Chacón (1478/9-1546), el más ilustre miembro de su prosapia, un príncipe guerrero y culto, de amplía formación humanista, a quién se debe la construcción del magnífico castillo-palacio de Vélez Blanco (Almería), ejemplo señero de la arquitectura renacentista en España (Fig. 4).

Don Fernando Joaquín Fajardo, que heredó, entre otros títulos, los de marqués de los Vélez, de Molina y de Martorrell por renuncia a ellos de su hermano mayor, fray Pedro de Jesús y María, de la orden de Carmelitas Descalzos, contrajo matrimonio en 1654 con doña María Juana de Aragón Folch de Cardona y Sandoval (1637-1686), hija del VI duque de Segorbe y de su primera mujer, doña Mariana Isabel de Sandoval, de la casa del ducado de Lerma. Esta importante unión matrimonial emparentó al marqués de los Vélez con el VIII duque de Medinaceli, futuro primer ministro de Carlos II, por ser la esposa del duque, Catalina Antonia, hermana de su propia mujer, lo que lógicamente habría de favorecer bastante el ascenso político del Fajardo. No obstante, mucho más decisivas para el cursus honorum del virrey fueron las influencias de su madre, dama de honor y camarera mayor de la reina doña Mariana de Austria y aya del príncipe heredero, y después rey, Carlos II10. Las intrigas palaciegas de la V marquesa viuda de los Vélez, aliada, en su momento, del confesor y valido de la reina, el jesuita Everardo Nithard, favoreció el que su hijo fuese nombrado virrey y capitán general de Orán en la plaza de Mazalquivir (1666-1672), para más tarde, gracias al favor de la reina regente, ocupar el virreinato de Cerdeña (1672-1675) y el de Nápoles (1675-1683), al tiempo que era designado, en 1680, consejero de estado y un par de años después caballerizo mayor de María Luisa de Orleáns, primera mujer de Carlos II; tras su estancia en Italia el marqués sería nombrado gobernador y presidente del Consejo de Indias (1685-1687) y, por último, presidente de la Superintendencia de Hacienda, un importantísimo cargo creado exprofeso para él por su primo el conde de Oropesa, primer ministro del rey, que desempeñó dignamente hasta el mismo día de su fallecimiento (Fig. 5).

En otro orden de cosas, el marqués de los Vélez, a quién las crónicas de la época retratan como una persona afable y de buen carácter, culto y galante, de refinados gustos y exquisita educación, tras enviudar de su primera mujer se desposó en segundas nupcias con su sobrina, doña Isabel Rosa de Ayala Fajardo (1669-1717), hija de don Fernando de Ayala Fonseca y Toledo, III conde de Ayala y virrey de Sicilia (1660-1663). Respecto a no tener descendencia legítima de ninguna de sus dos uniones matrimoniales11, fue sucedido en todas sus casas, estados y mayorazgos por su hermana, doña María Teresa Fajardo Álvarez de Toledo (1645-1713/5), VII marquesa de los Vélez, duquesa de Montalto y princesa de Paternó por su matrimonio con don Guillermo de la Cerda Aragón y Moncada. A ésta le sucedió en el título su única hija, Teresa Caterina Moncada y Fajardo (1665-1728), VIII marquesa de los Vélez y duquesa de Bivona, casada por segunda vez con don José Fadrique Álvarez de Toledo, VIII marqués de Villafranca del Bierzo, y a ésta le siguió en el orden sucesorio su hijo primogénito, don Fadrique Vicente Álvarez de Toledo y Moncada, a partir del cual la prelación de los títulos relegó a un segundo lugar el del marquesado de los Vélez, cayendo más tarde en el olvido entre la maraña de los nuevos y grandes honores portados por los sucesivos herederos del linaje Fajardo, lo que quizás haya favorecido la escasa fortuna crítica de la que ha gozado esta importante casa nobiliaria entre los historiadores, en general, y entre los historiadores del arte, en particular.

SOBRE EL VIRREINATO DE NÁPOLES Y SU RELACIÓN CON LAS ARTES

El marqués de los Vélez fue nombrado virrey de Nápoles el 14 de julio de 1675, tomando posesión de su cargo el 18 de septiembre de ese mismo año12 (Fig. 6). Según  Giuseppe Galasso, cuando desembarcó en la capital partenopea procedente de la pobre y poco poblada isla de Cerdeña, quedó profundamente impresionado por el ambiente de la ciudad que halló «cosí numerosa di gente e di nobilità e di tutte le delizie dateli dal Signore Idio»13. Sin embargo, el inicio de su mandato resulto muy difícil por la compleja situación militar y financiera del reino a causa de la guerra de Mesina14, que exigía continuas aportaciones económicas de la hacienda napolitana, de tal manera que cuando el nuevo virrey se hizo cargo del gobierno del reino de Nápoles en sustitución de don Antonio Pedro Álvarez de Toledo, marqués de Astorga (1672-1675), sólo quedaba «en la caxa de aquella tesorería 4 ducados y medio grano»15. Pese a que supo afrontar prudentemente y con diligencia la situación heredada, evitando que la represión militar de la revuelta se transformara en un completo colapso del sistema financiero napolitano, no pudo impedir que el déficit del erario público creciera a lo largo de su gobierno16 debido a las continuas peticiones de fondos por parte de la corona, como tampoco pudo solucionar en los dos trienios de su mandato el problema del contrabando, ni el de la fabricación de una nueva moneda. De todas formas, la historiografía actual lo considera un buen virrey y un hombre valiente y de honor que combatió eficazmente el bandidaje, la prepotencia y las especulaciones mercantiles en su reino17, al tiempo que representó con dignidad la imagen de la majestad de su soberano desarrollando, como todos los demás pro reges, lo que José Luis Colomer llama «el cultivo de la magnificencia», por medio de la organización de fiestas y fastos cortesanos, el mecenazgo arquitectónico y la promoción de las artes18.

En este sentido, y aunque el estado actual de la cuestión no permite aportar muchos datos sobre dichas actividades, consta que en 1676 el virrey mandó erigir una estatua en honor a Carlos II en la ciudad de Capua19 y, también, que fueron bastantes las fiestas y los espectáculos de teatro, música y ópera que patrocinó, entre ellos, por ejemplo, una representación teatral celebrada en el Castelo Nuovo de Nápoles, el 25 de agosto de 1681, en honor a la onomástica de la reina María Luisa de Orleáns, y la función de una «bellíssima commedia spagnola» estrenada en septiembre de ese mismo año en el Palazzo Reale con motivo del cumpleaños de la virreina20 (Fig. 7). Además, y como no podía ser menos, el virrey actuó de “agente” artístico para la Corona española recibiendo en 1681 el encargo real de mandar fabricar dos góndolas en Nápoles, «como se ha hecho en otras ocasiones», que sirviesen para que las damas de la reina pudieran navegar por el estanque del palacio del Buen Retiro21 de Madrid.

Por otra parte, el inventario de los bienes muebles del marqués, redactado en Madrid por don Isidro de Camargo, «caballero de la orden de Santiago de los Consejos de Castilla y Guerra» tras la muerte don Fernando Joaquín el 2 de noviembre de 169322, indica que casi la totalidad de las obras de arte que acumuló el virrey a lo largo de su vida fueron de origen italiano, adquiridas en Roma y en Nápoles durante el tiempo que duró su estancia en aquella última ciudad. Por la descripción que se hace de las piezas cabe suponer que el virrey de los Vélez fue un buen connoisseur, con sobrada experiencia en el campo del coleccionismo artístico, una afición cultural de larga tradición en su familia desde el siglo XVI. No en vano, por ejemplo, su abuelo, el IV marqués de los Vélez, fue educado en la corte del conde de Benavente en Valladolid, ya que don Juan Alfonso Pimentel, virrey de Nápoles entre 1603 y 1616, a la vez que uno de los más importantes coleccionistas de arte de su tiempo, estuvo casado en segundas nupcias con doña Mencía de Zúñiga y Requesens, madre del citado IV marqués.

LA COLECCIÓN DE ESCULTURA

El cuerpo principal de la colección estuvo formado por imágenes devocionales realizadas en talleres napolitanos, a excepción de dos hechuras de San Juan Bautista y del Niño Jesús, ambas castellanas, que habían pertenecido a la V marquesa viuda de los Vélez. Del resto de las obras destaca «un Cristo de marfil grande con sus estatuas, cruz y peana de ébano» que el virrey legó -según consta en su testamento, otorgado en Madrid el mismo día de su muerte-, a su hermano, fray Pedro de Jesús y María, así como dos «Crucifijos de ámbar con sus peanas» y tres imágenes de Nuestra Señora de la Concepción que se describen en el inventario, la primera «de una vara de alto con su peana de Ángeles», la segunda formando escena con «San Juan Evangelista con una imagen de Nuestra Señora de la Concepción en su trono de Ángeles, que es el Misterio de la Apocalipsis y un jardín por peana», y la tercera como una composición formada por un «trono de Ángeles, y su jardín y el sepulcro ‹todo› de Nápoles». También hay que señalar la presencia en la colección de «un Santo Cristo con su Santísima Madre, San Juan y la Magdalena todo de Bronce dorado ‹con› la Cruz y peana de ébano»23, que tal vez pueda ser el Crucificado (Fig. 8) que actualmente se expone en el museo de la catedral de Murcia, aunque desprovisto de las imágenes que supuestamente le adornaron, una pieza de excelente factura -que proviene de la capilla funeraria de los Fajardo erigida en la  iglesia mayor murciana24-, muy parecida en estilo y forma al Crucifijo relicario de origen italiano que se custodia en el museo de las Madres Clarisas de Monforte de Lemos (Lugo).

Otras series de obras anotadas en el inventario son dos imágenes de San Miguel, ambas enviadas a España desde Nápoles en 1681, de la cual se tiene la descripción de una de ellas, la regalada por el marqués a su madre, ya que aparece asentada en el inventario post mortem de dicha señora como «un San Miguel de talla y el Diablo a los pies y el vestido con una guarnición de filigrana de plata sobredorada»25. También se reseñan dos medios cuerpos de San Jerónimo y la Magdalena, ambos modelados en barro y fabricados en Nápoles, que fueron donados por el marqués al convento de Nuestra Señora de Belén en Valladolid; dos parejas de talla de Nuestra Señora de la Soledad y del Ecce Homo, todo «hechuras de Nápoles», de las que uno de los Ecce Homo, con su urna correspondiente, fue el legado de don Fernando Joaquín a su madre política, la condesa de Ayala, «por memoria de la veneración que tengo y debo a su excelencia». Además se apuntan varias figuras de santos, entre ellas, «un San José de escultura», una «Magdalena de mármol», un «San Antonio de Padua con el Niño Jesús y dos ángeles en un jardín», una figura de Santa Teresa de Jesús hecha en Nápoles, y un total de cinco imágenes del Niño Jesús, todas adquiridas en territorio partenopeo, una de «un Niño arrodillado», otra de «un Niño en la Pasión», otra de «un Niño dormido», otra de «un Niño vestido de peregrino con peana de ébano y concha», y la última de «un Niño Jesús bañado en bronce echado sobre la Cruz y ‹con los atributos de› la Pasión» colocado sobre una peana de palosanto.

Asimismo se hace constar en la relación la existencia de dos grupos escultóricos representando el Bautismo de Cristo, uno «con Nuestro Señor y San Juan, de una vara de alto, de Nápoles, con dos niños en un pilón» y otro de «Nuestro Señor en el Bautismo con San Juan Bautista», que se anota en el inventario post mortem como «un bronce original». Esta última pieza parece que formaba parte de un conjunto de bronces compuesto por «una estatua de Hércules de bronce de dos tercias de alto, otra estatua de un dragón a los pies, de bronce…otra estatua de Hércules de cerca de media vara de alto con la Serpiente de siete cabezas» y otras estatuas que representaban una fábula de Adonis, atribuidas en su totalidad a la «misma mano del Caballero Bernini». En este sentido, hay que recordar que en 1676 el virrey encargó a este gran artista dos carrozas que se supone quería regalar al rey de España, cuyos diseños se conocen a través de una copia que de algunos de ellos hizo el artista sueco Nicodemus Tessin26. Es posible que fuera entonces cuando don Fernando Joaquín adquirió las citadas piezas, como también cabe la posibilidad que el «camón de madera sobredora con cuatro ninfas en las esquinas, cuatro leones que sirven de pies y en la cabecera un escudo de las Armas de los Vélez»27 sobre follaje dorado que, según consta en los documentos, mandó hacer en Roma, fuese tallado en el taller del propio Gian Lorenzo Bernini o, en su defecto, en el de su colaborador, el artista Giovanni Paolo Schor, que abastecía de este tipo de muebles a los más importantes personajes del momento, entre ellos, al marqués del Carpio, por entonces embajador en Roma y, más tarde, virrey de Nápoles en sustitución de su pariente el virrey Fajardo.

Por lo demás, otras piezas escultóricas registradas en los inventarios consultados fueron «dos hechuras de Turcos de estatura de Hombres, de Nápoles, con vestidos de seda”; otras cuatro estatuas de «Negros, de siete cuartas de alto, dorados y pintados»; cuatro estafermos fabricados en Roma; unas esculturas de Adán y Eva hechas en mosaico; un juego de niños en barro dentro de un marco de peral; dos modelos en pasta de Hércules y de la diosa Diana; un “monte” de Montserrat; una escultura del «Rey don Fernando»; dos peanas de bronce dorado con sus pies de plata y sobre ellas dos figuras del rey a caballo con dos criados»; y cuatro “frasquillos de piedra”, posiblemente vasos de pórfido.

LA COLECCIÓN DE ORFEBRERÍA

La serie de objetos suntuarios en plata y demás materiales preciosos que el marqués de los Vélez logró reunir a lo largo de su vida es de extraordinario interés. Sin embargo, un grave inconveniente que plantea el estudio de este conjunto es que sólo se sabe de las piezas por la descripción que de ellas se hace en los inventarios, por lo que es muy difícil aventurar conclusiones acerca de las mismas que permitan identificar a sus artífices, la procedencia de las obras o la suerte que han corrido. No obstante, al igual que ocurre con las esculturas, y como ya se ha dicho anteriormente, la mayoría de las piezas atesoradas parecen provenir de talleres del sur de Italia –Nápoles y Sicilia-, con una cronología que debe de incluirse dentro de la segunda mitad del siglo XVII, proponiéndose como última fecha la de 1683 por ser la del final del virreinato napolitano del marqués de los Vélez. Por otra parte, muchas de las obras que a continuación se detallan proceden de la colección particular de doña María Juana de Aragón, primera esposa del virrey, que debió de ser tan rica, o más, que la de su propio marido, como lo demuestra la exquisitez de las composiciones que pertenecieron a tan importante y refinada señora.

Entre las alhajas de la colección que nos ocupa hay que citar varios «países» con escenas  extraídas del antiguo testamento como «un país del Arca de Noé con variedad de animales todos de plata»; «un arca de Noé con variedad de animales de plata y piedras de colores diferentes y tres árboles también de plata con frutas de piedras de diferentes colores, todo sobre un pedestal ovalado de plata»; «un baño de Susana en un país de plata con los viejos y flores de plata»; un «jardín de plata con el Baño de Susana que consta de tres estatuas principales, una fuente, una mesa, un pórtico, tres cipreses de plata y en los ramos enredados uvas de piedras de diferentes colores»; «un país en el que dos hombres llevan el ramo de uvas de la Tierra de Promisión, las uvas de cristal y lo demás de plata»;  y otro con «un racimo de ámbares con dos hombres que ‹lo› llevan a hombros, sobre una base toda de plata», que lógicamente alude al pasaje bíblico de la historia de la exploración del país de Canaan, cuando Josué, junto con su compañero Caleb, trajeron de ella un gigantesco racimo de uvas. Pero uno de los más ostentoso de los conjuntos tuvo que ser el que se describe como «un pedestal de plata y sobre él cuatro columnas de ágata y encima un emparrado de plata con diferentes uvas de piedras de colores y debajo tres estatuas que son Lot y sus hijas», del que consta que la primera VI marquesa de los Vélez entregó a la capilla de Nuestra Señora de la Soledad del desaparecido convento madrileño de Nuestra Señora de la Victoria de la orden mínima de San Francisca de Paula, para ser integrado en el pesebre de coral blanco que dicha dama ya había regalado con anterioridad a esta misma capilla, para la cual el marqués dejó en su testamento una memoria de misas que dotó con la cuantiosa cantidad de 6000 ducados anuales28.

Las piezas de plata de iconografía mariana fueron muchas, contándose entre ellas una imagen de Nuestra Señora de la Asunción fabricada en Nápoles legada por marqués a su hermana, doña María Teresa Fajardo, con el ruego de que fuese utilizada a modo de contenedor de la más preciada reliquia que poseía la Casa marquesal, la de la «sacratísima leche de Nuestra Señora»: tal vez se trate de la joya que aparece descrita en el inventario de la plata como «un pie como arrodillado para una pila de ébano guarnecido de flores de plata con sus columnas de lo mismo, y una imagen de Nuestra Señora con seis Santas de plata, y por remate una Cruz de la Pasión con dos ángeles y otros dos ángeles más abajo». También consta la existencia de «una imagen de Nuestra Señora con el Niño, de marfil, sobre una peana de concha con un serafín», que debió ser la que dejó el virrey a la reina Mariana de Neoburgo, segunda mujer de Carlos II; igualmente se registran en los inventarios dos nuevas figuras de la Inmaculada Concepción, ambas de marfil y con un cerco de flores de plata a las espaldas, una «hechura de Nuestra Señora con su Hijo muerto en los brazos de Coral», «un lecho de filigrana grueso en forma de cuna con su cabecera y tres ángeles, y arriba, en medio y dentro, una efigie de Nuestra Señora de la Asunción sobre un colchonillo encarnado» y una curiosa imagen de «Nuestra Señora de Copacabana», advocación íntimamente ligada a los territorios americanos de la Corona española, que tuvo capilla propia en el hoy desaparecido convento de San Francisco de Valladolid, muy ligado a la familia de los duques de Lerma a la que perteneció la primera mujer de don Fernando Joaquín.

Sobre la Natividad, Vida y Pasión de Cristo abundan en la colección los Presepi en plata y coral, como, por ejemplo, «un Nacimiento con montañas y Pastores, animales, árboles y flores y otras efigies y figuras y torres, todo de plata», u otro descrito como «un Portal de Belén con el Nacimiento, algunos pastores y ganados y un árbol con flores de plata y frutas de ámbar en un asiento grande de plata». La marquesa también contó entre sus alhajas con lo que tuvo que ser un bellísimo presepe «de plata con variedad de figuras, pórticos, cabañas y columnas todas de cristal y por perspectiva de dicho pesebre un ramo grande de coral blanco adornado con una orla de flores de plata» cuya descripción lo hace muy parecido al magnífico pesebre de finales del siglo XVII atribuido  por María Concetta Di Natale a artífices trapanesi29. Otras composiciones del mismo tipo anotadas en los inventarios aluden a un «pedestal de ébano negro cubierto de hojas de plata y en él la Huida a Egipto, ‹con› una ciudad de coral, una torre y tres ramos de plata adornados con unas ramitas menores con frutas de piedras de colores diferentes» y a «una Adoración de los Reyes en el portal, de Plata y cristales y Ramos de Coral», ambas piezas procedentes de la colección particular de doña María Juana de Aragón, al igual que «dos Jardincillos, uno, con el Salvador y la Magdalena con sus flores y, otro, con el Salvador y la Samaritana en el Pozo y las mismas flores y ambos de una misma hechura en sus asientos grandes de plata»; y otros dos más  formados por «una peana con el Salvador y la Magdalena con un tronco de plata y coral» y «con el Salvador y la Samaritana y el Pozo con el mismo tronco». Además, se asientan «un Santo Cristo de coral, pequeño con diadema y peana de plata»; «una cruz de cristal con sus remates de oro y peana»; una «escultura de medio relieve de marfil de Nuestro Señor en la Cruz y los dos ladrones a los lados y sus cantoneras de plata», regalada por el marqués a su madre en 1682 junto con otra imagen de igual tamaño y material de Nuestra Señora del Rosario; «un Crucifijo de plata con su peana y remates y seis candeleros correspondientes de Altar hecho en Nápoles»; y «un Santo Cristo de Plata con cruz y peana de ébano ‹con› cuatro candeleros de plata labrados »,

Muy amplio es el grupo de figuras de santos que formó parte de la colección,  compuesto por «cuatro santos de plata con sus peanas y ramos de flores»; dos imágenes de San Miguel de plata, una de ella con tres diablos a los pies, y la otra «de coral en talla de cristal con chapa de plata y guarnición de filigrana»; «un San Jorge a caballo con el dragón a los pies y una figura de mujer»; dos efigies de San Sebastián, la una «sobre peana de plata, atado a un tronco de coral y ‹con› dos figuras pequeñas de plata», y la otra con «San Sebastián aseteado y dos soldados con saetas, con dos troncos de coral y plata»; dos figuras de Santiago Apóstol, ambas de plata, la una a caballo y la otra con «tres moros a los pies», que hacían pareja con «la efigie del rey a caballo y dos moros a los lados, todo de plata y cada uno con un ramo de coral a la espalda con algunas hojas de plata»; «una fresquera de ébano de san Nicolás de Bari y algunas figuras de plata», única restante de las seis enviadas en 1681 desde Nápoles; «dos asientos de plata desiguales con cuatro ángeles por pies y en ambos San Bartolomé y dos hombres con sus ramos de coral y plata cada uno»; y, también «un San Jerónimo de coral con su marco negro de ébano», un «san Antonio de Padua de ámbar con peana de plata», «una figura de santa Teresa guarnecida de oro esmaltado» y «dos medios cuerpos de santos sobredorados con cabezas de plata», las últimas cuatro piezas heredadas por el marqués de los bienes su primera esposa.

Hay que destacar, también, las varias composiciones trabajadas en plata y coral  dedicadas a Santa Rosalía de Palermo como una con «la santa metida en una chora y por remate ‹una› imagen de la Concepción y un caballo y dos hombres y sus animales diferentes y un ramo de coral y plata», y otras de «una estatua pequeña de Santa Rosalía con su reliquia en el pecho, orlada de rosas» y de la santa adornada con «variedad de flores de plata ‹con› un Crucifijo, la muerte, dos ángeles sobre la cabeza, que está coronada de rosas, y encima de la atalaya una figura de plata». Igualmente está documentado que la primera VI marquesa de los Vélez poseyó otra « estatua de Santa Rosalía de Palermo de plata con su orla de rosas y un Crucifijo y la Muerte, todo sobre un pedestal de ébano y chapa de plata, y en medio una reliquia», que donó a la ya citada capilla de Nuestra Señora de la Soledad del convento de la Victoria de Madrid, y que el virrey tuvo entre sus joyas una caja de plata con una reliquia de Santa Rosalía, que tal vez pueda ser la que el 5 de noviembre de 1717 regaló su sobrina, doña Catalina de Moncada, VIII marquesa de Villafranca y de los Vélez, a la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Vélez Blanco (Almería)30, donde aún se conserva y venera (Fig. 9).

Por último, hay que citar las que parece que fueron las piezas más exquisitas y suntuarias de la colección, todas ellas composiciones relacionadas con escenas mitológicas y con otras de asuntos profanos. Vale la pena subrayar «una hechura del Juicio de Paris en un país de plata y diferentes ramos de frutas»; «un país de plata de Venus en el baño con diferentes figuras y árboles y una paloma en lo alto de un árbol»; «un Triunfo de Venus en carroza tirada de dos caballos, con dos sátiros y unos niños al lado»; «una fuente de plata y cristal con ocho sirenas en la parte de abajo, cuatro figuras en el baño, las tres con sus cántaros de cristal y en la basa de arriba cuatro caballos marinos y, por remate, un Neptuno sobre un pez»; «una fuente con dos órdenes de concha con sirenas y figuras de caballos y pescados marinos y por remate un Neptuno con el tridente y cuatro pescados a los pies y almendras de cristal»; «una fuente con cuatro pies y una ninfa con alas y en la cabeza una caja y una almendra de cristal»; «una fuentecita de plata con hechura de concha con ocho pies, con ocho caballos marinos que tienen en la boca tres almendras de cristal cada uno, y en la basa de arriba cuatro pescados con almendras de cristal y por remate un globo de crista»; y, también, «un carro triunfante con cuatro rueda, dos caballos y encima una estatua de Apolo, con cuatro estatuas pequeñas alrededor, todo de plata».

A este conjunto hay que añadir otro lote de objetos de asuntos diversos como pequeñas esculturas en plata representando enanos, polichinelas, «dos mozos con dos perros de caza asidos con sus cadenas», un retrato de Felipe IV a caballo, otra de Carlos II «en cuerpo, con cetro en la mano y la corona y celada a los pies, en un asiento de plata sobredorada con sus seis serafines por pies», dos pavitos reales, que pudieron ser parecidos a los de la colección Whitaker publicados por María Concetta Di Natale31, y otros peculiares objetos que formaron parte de la “cámara de las maravillas” del  marqués, como diversas «uñas de la Gran Bestia», un «cuerno de Unicornio» y un conjunto de «coquitos de Cachumbo», todos convenientemente guarnecidos de plata, el mismo material empleado en la fabricación de dos pirámides «con cuatro figura cada una, teniendo la basa con dos órdenes de almendras de cristal y por remate una Bola mágica de cristal». Sin olvidar, entre todas estas piezas, una que por su descripción parece extraordinaria, formada por «un pedestal y en él dos ángeles que tienen una Arca de cristal, Bronce y plata», que recuerda a la excepcional arqueta para el Santísimo Sacramento del museo de las Madres Clarisas de Monforte de Lemos32, así como la maravillosa colección de corales con varias montañas y composiciones como la que representaba a «la ciudad de Mesina y San Francisco de Paula»33.

APÉNDICE DOCUMENTAL

Documento 1. Inventario de Esculturas

Archivo Ducal de Medina Sidonia

Vélez. Legajo 1657. Pieza 8.

En la Villa de Madrid a 5 días del mes de Enero del mil y seiscientos y noventa y cuatro años, estando en las Casas donde vivía y murió el Excmo. Señor Marqués de los Vélez que fue del Consejo de Estado de Su Majestad: el Señor don Isidro de Camargo, Caballero de la Orden de Santiago de los Consejos de Castilla y Guerra de Su Majestad, Juez particular y privativo en Virtud de su Real Cédula para conocer de los negocios y Causas tocantes a la Testamentaría del dicho Excmo Señor Marqués de los Vélez y dar entero Cumplimiento a su última disposición para efecto de continuar en el Inventario de los Bienes y Hacienda que quedaron por fin y muerte de su Excelencia. Por Don Antonio de la Torre, su Camarero mayor que fue se pusieron de manifiesto diferentes Bienes y Alhajas de las cuales ante mí, el Escribano de Provincia y de dicha Comisión, se hizo Inventario de la forma siguiente:

Primeramente, dos hechuras de dos medios Cuerpos de San Jerónimo y la Magdalena fabricados de Barro en Nápoles (al margen: Al Convento de Nuestra Señora de Belén de Valladolid, con su Urna) // Una Imagen de Nuestra Señora de la Soledad de cinco cuartos de alto, hechura de Nápoles  //  Un Ecce Homo de cinco cuartos de alto con Peana tallada y dorada y mitad acharol  // otra de San Juan evangelista con una Imagen de Nuestra Señora de la Concepción en su Trono de Ángeles que es el Misterio del Apocalipsis y un Jardín por peana // otra hechura de San Antonio de Padua con un Niño Jesús y dos Ángeles en el jardín // otra hechura de Nápoles de un Niño arrodillado // otra hechura del Niño Jesús en la Pasión, de vara de alto con Peana dorada // otra hechura de Nápoles de un Niño durmiendo // otra imagen de Nuestra Señora de la Concepción de una vara de alto con su Trono de Ángeles // otra hechura del Bautismo de Nuestro Señor y San Juan, de una vara de alto, de Nápoles, con dos niños en un pilón // otra hechura de San Juan Bautista, castellana // otra hechura de un Niño, castellana, de cerca de vara de alto con Peana // otra hechura de Nápoles de un Niño vestido de Peregrino con Peana de ébano y concha // otra hechura de una Cabeza de Nuestra Señora de la Soledad, de Nápoles // un Adán y Eva en piedra, obra a la Mosaica (sic) // dos hechuras de Turcos de estatura de Hombres, de Nápoles, con vestidos de seda // otras cuatro hechuras de Negros de siete cuartas de alto, dorados y pintados // cuatro estafermos (sic) de Roma, dorados, de siete cuartas de alto cada uno // un juego de Niños de Barro de vara de largo // dos modelos de pasta de a cuarta, el uno de Hércules y el otro de Diana // una imagen de Nuestra Señora de la Asunción con su trono de Ángeles y su Jardín y el sepulcro, de Nápoles // un monte de Monsarrate (sic) de cerca de vara de alto // una hechura de un Ecce Homo de tres cuartas de alto // otra imagen de Santa Teresa de Jesús de vara de alto, de Nápoles // otra del Señor Rey don Fernando de más de vara de alto con peana dorada //  otra de Nuestro Señor en el Bautismo con San Juan Bautista, de media vara de alto de Bronce original // una estatua de Hércules de Bronce de dos tercias de alto // otra estatua de un Dragón a los pies de Bronce, las dos del Caballero Bernini // otra estatua de Hércules de cerca de media vara de alto con la Serpiente de siete cabezas, y otras estatuas, de la misma mano // un Camón tallado, y esculturas con cuatro estatuas de dos varas de alto y cuatro Leones por pies, la cabeza toda de follaje todo dorado y fabricado en Roma // un Niño Jesús bañado de Bronce echado sobre la Cruz, y toda la Pasión, con su peana de palo santo // una Magdalena de mármol //  dos Crucifijos de ámbar con sus peanas // cuatro frasquillos de Piedra.

Y por ahora se quedó en este listado este Inventario para continuarlo y proseguirlo cuando convenga y todos los bienes y Alhajas referidas el dicho Señor Don Isidro de Camargo las Depositó en don Fernando Alonso Brizeña quién otorgó de ello depósito en forma, y se obligó a tener dichos bienes en su poder pronto y se manifestó a la Orden y disposición de dicho Señor Don Isidro de Camargo como tal Juez Particular de dicha Testamentaría y lo firmó y su Señoría lo señaló de todo lo cual Yo, el Escribano de Provincia, doy fe = Don Fernando Alonso de Briceña, ante mi = Don Francisco Bueno de Arevalo

Documento 2. Inventario de Orfebrería

Archivo Ducal de Medina Sidonia

Vélez. Legajo 1657. Pieza 4.

En la Villa de Madrid a doce días del mes de Diciembre del mil y seiscientos y noventa y tres años, estando en las Casas donde vivía y murió el Excmo. Señor Marqués de los Vélez que fue del Consejo de Estado de Su Majestad: el Señor don Isidro de Camargo, Caballero de la Orden de Santiago de los Consejos de Castilla y Guerra de Su Majestad, Juez particular y privativo en Virtud de su Real Cédula para conocer de los negocios y Causas tocantes a la Testamentaría del dicho Excmo Señor Marqués de los Vélez y dar entero Cumplimiento a su última disposición para efecto de continuar en el Inventario de los Bienes y Hacienda que quedaron por fin y muerte de su Excelencia. Por Don Antonio de la Torre, su Camarero mayor que fue se pusieron de manifiesto diferentes Bienes y Alhajas de las cuales ante mí, el Escribano de Provincia y de dicha Comisión, se hizo Inventario de la forma siguiente:

Un Relicario de un Annus guarnecido de plata de filigrana  //  Una Imagen de Nuestra Señora de Copacabana de Plata  //  Plata de la Recámara (Se omite la transcripción de las piezas)  //  Otras alhajas de Plata  //  Una Adoración de los Reyes en el portal de Plata y cristales y Ramos de Coral  //  Una hechura del Juicio de Paris en un País de plata y diferentes Ramos de frutas  //  Una efigie de San Miguel de Plata con peana de lo mismo  //  Un Bajel de plata sobre peana de lo mismo con variedad de animales  //  Cuatro santos de plata con sus Peanas y Ramos de flores los tres iguales y el otro mediano  //  Una efigie de Santiago Apóstol de bulto, a caballo, de plata y el caballo al parecer de bronce  //  Una estatua de Phelipe quarto a caballo al parecer de plata sobredorada  //  Una fuente grande de plata de filigrana de plata con todo su armamento y algunas figuras  //  Un país de plata de Venus en el Baño con diferentes figuras y Árboles y una Paloma en lo alto de un árbol  //  Un país de plata de la historia de Lot y sus hijas debajo de un emparrado  //  Un país del Arca de Noé con variedad de animales todo de plata  //  Un Pedestal y en él dos Ángeles que tiene una Arca de cristal, Bronce y Plata  //  Una pililla de plata grande con Nuestra Señora de la Concepción  //  Un Juego de doce tazas en forma de concha de plata sobredorada con doce cucharas de lo mismo  //  Dos espejos con arcos de plata sobredorada sobrepuestos de filigrana de plata  //  Una fresquera de Ébano de San Nicolás de Bari y algunas figuras de plata  //  Una urna de Ébano con sus cristales guarnecidos de plata con la Cabeza de San Juan Bautista  //  Dos relicarios de Roma de ébano, plata y bronce  //  Otras dos láminas de Roma de ébano, plata y bronce dorado con algunas piedras  //  Dos láminas, la Una de Nuestra Señora y San Bernardo y la otra Nuestra Señora de la Concepción, ambas de ébano y plata  //  Otra lámina de San Jerónimo de color de plata  //  Un tocadorcito de ébano, plata y bronce dorado // Una escribanía grande de caoba guarnecida de plata  //  Un escaparate grande de ébano y vidrios cristalinos enteros y dentro de él, el baño de Susana en un país y de plata con los Viejos y flores de plata  //  Dos escaparates de ébano y carey con sus vidrios grandes, y en el uno está un País del Arca de Noé con todos los animales de plata  //  En el otro, que es igual, está un país en que dos hombres llevan el Ramo de Uvas de la tierra de promisión, las uvas de Cristal y todo lo demás de plata  //  Un escaparate grande de ébano de columnas salomónicas, pie y remate con vidrieras grandes cristalinas y los lados y corredocillos de ébano y un cristal de un lado está roto de la parte de abajo y de otro lado de abajo otro cristal pequeño cascado, y dentro de él las alhajas siguientes:  //  Primeramente una tabla prolongada cubierta con chapas de plata y encima de ella Un Nacimiento con montañas y Pastores, animales, árboles y flores y otras efigies y figuras y torres todo de plata  //  Un perfumador de plata con sus anillas colgando y por remate unas flores, dos conchitas y una figura de un Niño, cada dichas florecitas de plata y algunas de ámbar  //  Una Peana negra guarnecida de flores de plata entretalladas con siete pies y encima un Polichinela a caballo con otros tres a las espaldas, y el Uno con dicho azote en la mano, todo de plata  //  Dos conchitas pequeñas con sus florecitas de plata y algunas todas coloreadas de ámbar  //  Dos ramilletes de plata pequeños con sus flores todas de colores  //  Una Bandeja y Petaca de cuero de ámbar cubiertas de filigrana de plata con montaña  //  Una salvilla, al parecer de bronce dorado con puntas de corona en torno y embutidas de plata con esmalte azul y le falta una pequeña  //  Un coco con pie y asa de plata  //  A todo lo cual está en el pie de dicho escaparate y en lo alto de él hay lo siguiente:  //  Un Triunfo de Venus en dicha Carroza tirada de dos caballos con dos sátiros y unos niños a los lados encima de una Peana, todo de plata con sus cuatro pies  //  Una fuente de plata y cristal con ocho Sirena, en la parte de abajo, cuatro figuras en el baño las tres  con sus Cántaros de cristal y en la basa de arriba cuatro caballos marinos y por remate un Neptuno sobre un pez, y le falta algunas cuentas de cristal  //  Un baulillo de filigrana con algunas rositas de lo mismo  //  Dos sillas de filigrana con asientos de cristal  /  Un Enano y una Enana de plata  //  Una fuentecita de plata de hechura de conchas con ocho pies con ocho caballos marinos que tienen en la boca tres almendras de cristal cada uno, y en la basa de arriba cuatro Pescados con almendras de cristal y por remate un globo de cristal  //  cuatro escudillas de la China  //  dos escudillas de la china con pies y asas de plata  //  un Vaso con pie y asas de filigranas [***] guarnecido  //  una caja o fresquera de filigrana con ocho huevos y uno en medio para frasquillos y en la tapa piedras falsas y unos óvalos de Porcelana  //  una Calabaza guarnecida de filigrana  //  Dos mozos con dos perros de caza asidos con sus cadenillas en un asiento de cuatro pies de plata cada uno, y a uno de ellos le falta un tornillo de plata  //  Un sepulcro de Nuestro Señor en un asiento de cuatro pies y dos ramos de flores de plata  //  Una copa de cristal granada con su tapadera asada  //  Una efigie del Rey a caballo sobre una basa alta con cuatro pies de plata  //  Una efigie del Rey en cuerpo con Cetro en la mano y Corona y celada a los pies, en un asiento de plata sobredorada con sus seis serafines por pies  //  Un lecho de filigrana grueso en forma de Cuna con su Cabecera y tres ángeles y arriba, en medio y dentro, una Efigie de Nuestra Señora de la Asunción sobre un colchoncillo encarnado  //  Una Bandeja esmaltada de flores con cuadritos de diferentes hechuras de cristal y piedras falsas de color de Topacios y en medio una chapeta redonda de plata Blanca  //  Un Racimo de ámbares con dos hombres que <lo> llevan a hombros, sobre una base todo de plata  //  Unas horitas de oficio de Nuestra Señora con cubierta de filigrana de plata  //  Dos pavitos reales de plata  //  Un vaso de Cristal labrado en forma de barco  //  Otro escaparate de la misma forma y anchura del antecedente y dentro de él, en lo bajo está lo siguiente:  //  Un San Jorge a caballo con el Dragón a los pies con Una figura de mujer, hallado sobre una basa con cuatro pies todos de bronce dorado y los extremos de plata  //  Tres perfumadores desiguales de filigrana, el mayor con siete asillas y cuatro pies  //  Otro perfumador mediano con dos asillas y un pie y unas florecillas por remate  //  Un Barro ancho de Boca guarnecido de filigranas de plata  //  Otro barrito guarnecido también de filigrana con dos asas  //  Dos canasticos llenos de diferentes flores todo de filigrana de plata  //  Una Bandejita larga de filigrana de plata con flores  //  Un cofrecito de la misma filigrana con un cristal delante  //  Un Cubito de Barro guarnecido de plata con un penacho de hojas de lo mismo  //  Otro Barrito negro pequeño guarnecido de filigrana  //  Un Vasito de concha  //  Una copita de cristal  //  Una escudillita de China  //  Un cofrecito de concha con guarnición y cerradura de plata  //  Un bufetillo de madera de Aquila con su cajoncillo, tintero y salvadera de plata, y dicho bufetillo tiene una guarnición de plata  //  Todo lo cual se halló en los bajos de dicho escaparate y en lo alto lo siguiente:  //  una Petaca de filigrana de plata con su tapa y asa  //  Dos Polichinelas a caballo de bronces dorados cada uno con dos figuras sobre sus asientos con cuatro pies de plata cada uno  //  Dos Pirámides de plata con cuatro figuras cada dicha, teniendo la basa con dos órdenes de almendras de cristal y por remate Una bola mágica de cristal  //  Una fuente con dos órdenes de conchas con sirenas y figuras de caballos y pescados marinos y por remate un Neptuno con el Tridente y cuatro pescados a los pies y almendras de cristal  //  Dos vasos en formas de garrafas guarnecidos de filigrana y sus flores de plata  //   Un baulillo de filigrana de plata forrado en tafetán carmesí  //   Dos figurillas en formas de Villanas con su peana de plata  //  Un Santo Cristo de Coral pequeño con diadema y peana de plata  //  Un bufetico de plata  //  Una caja de plata sobredorada y guarnecida de coral  //  Un coco y un Barro negro guarnecido de plata  //  Un ramito de plata con cuentas de ámbar y por asiento una cuenta grande  //   Dos negrillos con sus canastillos en las Cámaras y sus peanas de plata  //  Un Vaso abarquillado de plata sobredorada con pie y asas de filigrana y en el medio una Flor de dicha filigrana  //  Una concha con tres pies y un Niño a caballo en un pescado y flores de plata  //  Un San Miguel de coral en talla de cristal con chapa de plata y guarnición de filigrana  //  Una fuentecilla con cuatro pies y una ninfa con alas y en la cabeza una Caja y almendras de Cristal  //  Una Montaña de plata con un Ramo de Coral  //  Una Cruz de Cristal con sus remates de oro y peana  //  una salvilla de filigrana de plata con una Rosa en medio  //  Una Imagen de Nuestra Señora con el Niño de marfil sobre una peana de concha con un serafín y una guarnición de plata  //  una copa de cristal  //  un vaso de pie y flores de plata y cuentas de ámbar  //  Una fuentecilla con cuatro pies de plata y un Remate de una cuenta grande y almendras de cristal  //  Una efigie de San Sebastián sobre una peana de plata atado a Un tronco de Coral y dos figuras pequeñas de plata  //  Una Imagen de la Concepción pequeña sobre una peanita y cuatro pies de plata y cerco de flores a las espaldas  /  una fuentecilla de filigrana de plata con almendras de cristal  //  Una peanilla con cuatro pies y en ella Un pastor con ganado de plata y un Ramo de Coral  //  Otro Escaparate más pequeño con corredorcillos de ébano y sus cristales adelante y a los lados una mesita de pasta y pies dorados y tallados  //  dos perfumadores de filigrana de plata el uno de ellos con un asa y tres pies y el otro con una asa y dos pies y una flor por remate  //  una petaquita pequeña de filigrana de plata  //  un Calderillo con su cadena de plata  //  Dos Ramilletes con sus pies de plata  //  una bandejilla de filigrana de plata  //  un azafate con dos asas de plata  //  Dos Jardincillos el Uno con el Salvador y la Magdalena con sus flores y el otro con el Salvador y la Samaritana en el Pozo y las mismas flores y ambos de una misma hechura en sus asientos grandes todo de plata  //  Un Portal de Belén con el nacimiento, con algunos pastores y ganados y un árbol con flores de plata y frutas de ámbar en un asiento grande de plata  //  Un Ramo de Coral con su pie de filigrana de plata  //  Una salvilla de filigrana de plata y en medio una tarjeta  //  Un perro de plata  //  Un Vaso del Unicornio con su pie de filigrana de plata  //  un tocadorcillo sin llave de Carey guarnecido de filigrana de plata forrado en tafetán encarnado  //  un vaso de ámbar maltratado con una guarnición de plata sobredorada  //  Una Uña de la Gran Bestia guarnecida de plata  //  Una fuente de filigrana de plata con seis vasicos y por remate una figurita desnuda  //  Una bandeja de filigrana ochavada, su hechura de diferentes flores y en medio una Grande  //  Una Peana con el Salvador y la Magdalena con un tronco de plata y coral  //  Otra peana del Salvador y la Samaritana y el Pozo con el mismo tronco  //  Otro escaparate del mismo género y forma que el antecedente y dentro lo siguiente:  //  Una peana de ébano cuadrada con cuatro Ángeles de plata con guarnicioncita de plata en los tres lados y encima una chapa de plata y frutas de ámbar y cristal  //  Dos ramilleteros iguales de plata en sus jarras y al uno de ellos le falta los pies  //  Dos medias Uñas de la gran bestia con sus guarniciones de plata, la una de filigrana  //  Dos granados de bronce dorado con sus Ramas de hojas de plata, el uno con seis y el otro con cuatro  //  Un bufetillo de filigrana de plata y encima una Hechura de Nuestra Señora con su Hijo muerto en los brazos de Coral  //  una bandejilla al parecer de bronce dorado y embutida de coral // dos bandejillas transforradas de plata  //  un azafatillos con sus asas de plata  //  dos salvillas de filigrana de plata iguales  //  cuatro sillas de plata desiguales  //  una Bandeja de filigrana de plata con sus florecitas y en medio una gradecilla  //  tres bandejas pequeñas de diferentes hechuras  //  un azafate de filigrana de plata desiguales los pies  //  dos asientos de plata desiguales con cuatro ángeles por pies en el Uno y en ambos está San Bartolomé con dos hombres con sus Ramos de Coral y plata cada uno  //  tres cucharas de nácar y coral  //  una jarra de barro con su guarnición, dos asas y tapas de filigrana  //  una Salvilla Redonda de Concha con cinco flores de filigrana de plata  //  otra salvilla de Carey grande  //  una jarrita alta de cristal  //  otro escaparate de ébano en sobremesa el cual tiene nueve cristales por delante y los lados tres en cada uno y dentro lo siguiente:  //  Primeramente un San Miguel de plata con tres diablos y Peana de bronce sin escudo en la misma  //  Un Jarrón de filigrana con su asa  //  dos peanillas iguales la Una con Santiago y tres moros y la otra con la Efigie del Rey a caballo y dos moros a los lados, todo de plata, y cada uno con Un ramo de Coral a las espaldas con algunas hojas de plata  //  Un jardín de plata con cuatro ángeles en la peana con ocho columnas de piedra Ágata con su emparrado de plata con el vario de Susana y los Viejos  //  Otras dos peanas la una con una Santa metida en un chora y por remate dicha imagen de la Concepción y un caballo, dos hombres y sus animales diferentes y un ramo de Coral y plata = y en la otra Peana con un San Sebastián aseteado y dos soldados con saetas con dos troncos de coral y plata  //  Dos tiestecillos de plata con Ramitos de lo mismo y cuentas de diferentes géneros  //  un Vaso de piedra saguilata (sic) metido en una guarnición de plata de filigrana  //  Un Baulito de plata sobredorada con guanición de filigrana con cuatro pies y tres florecillas por remate  //  Cuatro Coquitos de Cachumbo guarnecidos de filigrana de plata  //  Dos [ilegible] de vaso con guarnición y pico de plata  //  un Ramito con su pie de plata con un hombre y un perro y en el tronco de plata seis hojas y cuentas de ámbar  //  dos cuencos de plata  //  dos vinajeras de cristal la una con un pie menos  //  una arquita de charol y dentro diferentes chucherías de cartón  //  Otro escaparate de la misma forma y hechura que el antecedente y compañero y dentro se halló lo siguiente:  //  Una tabla de plata con cuatro Ángeles por pies y encima un Juego de Damas que consta de diez figuras de hombres y mujeres, sillas y [***]  //  Un Vaso en forma de Concha dorada por dentro con un torcido de flores alrededor y un pescado con una tableta de cristal en la boca y almendras colgando y un Ramo  //  Una escribanía de filigrana de plata con cuatro bolas por pies, tintero y salvadera y cuatro cañones para meter la pluma de Camino  //  Una Imagen de Nuestra Señora encima de filigrana de marfil con un cerco de flores de plata alrededor sobre una peanita negra  //  Una fuente de filigrana de plata esmaltada que le faltan algunas piedras y hojas y el remate de arriba  //  una torrecilla de filigrana con diferentes Ramos de lo mismo con una Efigie del Rey dentro del remate  //  dos conchitas iguales con dos figuras y flores  //  dos coquitos de Cachumbo guarnecidos de filigrana  //  Un barco de filigrana con todas sus garçias  y velas y pescados  //  un ramito de coral blanco con un pie de plata sobredorada  //  otro ramito de Coral en un pie de filigrana de plata  //  Dos salvillas desiguales al parecer de bronce dorado embutidas en coral, la una redonda y la otra ovalada con puntas de esmaltes y coral alrededor de ambas  //  dos Baulillos iguales de plata y picos verdes falsos  //  dos cajitas de cristal la Una con guarnición de carey y esmaltes y la otra de color verde guarnecido de plata  //  un bufetito de piedra venturina guarnecido de filigrana de plata  //  un tenedor y una cuchara de cristal y plata sobredorada y con esto se concluyeron las alhajas de dicho escaparate  //  Dos bufetes pequeños de estrado de plata iguales con flores grandes de Coral en los asientos y los pies de plata de cuatro palmos de largo y dos y medio de ancho  //  otros dos Bufetes de plata de estrado iguales granados los asientos de cuatro palmos de largo y dos y medio de ancho  //  Otro Bufete más pequeño de la misma hechura que los dos antecedentes con que hace juego entero de estrado.

Y por ahora se quedó en este listado este Inventario para continuarlo y proseguirlo cuando convenga y todos los bienes y Alhajas referidas el dicho Señor Don Isidro de Camargo las Depositó en don Fernando Alonso Brizeña quién otorgó de ello depósito en forma, y se obligó a tener dichos bienes en su poder pronto y se manifestó a la Orden y disposición de dicho Señor Don Isidro de Camargo como tal Juez Particular de dicha Testamentaría y lo firmó y su Señoría lo señaló de todo lo cual Yo, el Escribano de Provincia, doy fe = Don Fernando Alonso de Briceña, ante mi = Don Francisco Bueno de Arevalo.

  1. Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 637, f. 201. Publicado por: L. FRUTOS, El templo de la Fama. Alegoría del Marqués del Carpio, Madrid, 2010, pp. 511 y  643, nota 52. []
  2. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez. Leg. 1272. Sin foliar. Carta dada en Nápoles, el 13 de julio de 1681, por  el marqués de los Vélez. []
  3. Ibidem. []
  4. Este trabajo se integra en el proyecto de investigación Tradición e innovación. La recepción de los modelos italianos en la periferia mediterránea y su difusión. I+D+I. MICINN HAR2009-12095. Acción Complementaria MICINN HAR2919-09815-E. Investigadora principal: Rosario Camacho Martínez (Universidad de Málaga). []
  5. Se toma la definición del título del catálogo Materiali preziosi dalla terra e dal mare editado por M.C. Di Natale, Palermo 2003. []
  6. C.J. HERNANDO SÁNCHEZ, Los virreyes de la Monarquía española en Italia. Evolución y práctica de un oficio, en “Studio históricos”, n. 26, Salamanca, 2004, p. 60. []
  7. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez.  Leg. 478. Sin foliar.  La V marquesa de los Vélez falleció el 1 de enero de 1686. []
  8. Un estudio sobre este texto y su autor puede encontrase en: G. SABATINI, El Nápoles del marqués de los Vélez y la obra de don Bonaventura Tondi, en F.J. GUILLAMÓN – J.D. MUÑOZ RODRÍGUEZ – G. SABATINI – D. CENTENERO DE ARCE, Gli Eroi Fassardi. Los héroes Fajardo. Movilización social y memoria política en el Reino de Murcia (ss. XVI al XVIII), Murcia, 2004, pp. 85-104. []
  9. Real Academia de Historia, Colección Salazar y Castro. D. 40, ff. 156r-170r. El estudio crítico y edición de esta obra puede encontrarse en: R.A. RODRÍGUEZ PEREZ – J. FERNÁNDEZ FRANCO, Memorial de la Calidad y Servicios de la Casa de Fajardo, Marqueses de los Vélez. Obra inédita del genealogista Salazar y Castro, Murcia, 2008. []
  10. Sobre la figura de doña Mariana Engracia Álvarez de Toledo, V marquesa de los Vélez, puede consultarse: V. SÁNCHEZ RAMOS, El poder de una mujer en la corte: la V marquesa de los Vélez y los últimos Fajardo (segunda mitad del siglo XVII), en “Revista Velezana”, n. 25, Vélez Rubio (Almería) 2006, pp. 19-65. []
  11. Don Fernando Joaquín Fajardo tuvo, que se sepa, tres hijas nacidas fuera del matrimonio: Antonia María Fajardo, monja profesa en el convento de la Purísima Concepción de la villa de Oropesa, María Teresa Fajardo, que profesó en el Monasterio de las Huelgas Reales de Burgos y Juana Béjar, la única que no recibió el apellido paterno, profesa en el convento de Santa Clara de Málaga. Las tres aparecen beneficiadas en el testamento del marqués, recibiendo, las dos primeras, una renta de 400 ducados cada una, por año y de por vida y, la tercera, la cantidad de 300 ducados anuales de por vida. Además se sabe que el marqués siempre tuvo atenciones personales hacía ellas como lo demuestra el regalo que recibió Juana Béjar de su padre, en 1682, consistente en «un tocador de raso hecho en Roma, con algunos guantes y botes de manteca y aceites diversos y algunas galanterías de cristal y oro». Véase: Archivo Histórico de Protocolos de la Comunidad de Madrid. Tomo 13703, Fol. 368r.-382r. Testamento que otorgó el Excelentísimo Señor marqués que fue de los Vélez Don Fernando Joachin Faxardo de Requesens. 2 de Noviembre de 1693. También, Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez, leg. 1272. Por otra parte, hay que rectificar lo escrito por varios autores que sitúan el convento de Santa Clara, donde ingresó Juana Béjar, en Madrid, y no en Málaga, tal y como aparece escrito en las últimas voluntades del marqués. []
  12. Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 2010, fol. 21. Madrid, 14 de julio de 1675, consulta del Consejo de Italia a la reina Mariana de Austria. Ver: G. MAURA Y GAMAZO, Vida y reinado de Carlos II, Madrid, 1990, p. 174. Sobre la toma de posesión: Archivo General de Simancas, Secretarias Provinciales, leg. 43. Madrid, 16 de octubre de 1675, consulta del Consejo de Italia. Todas estas noticias se recogen de: A. MARTINO – P. RODRIGUEZ REBOLLO, Fernando Joaquín Fajardo, Marqués de los Vélez, Virrey de Nápoles (1675-1683), en F. ANDUJAR CASTILLO – J. DÍAZ LÓPEZ (coords), Los señoríos en la Andalucía Moderna. El marquesado de los Vélez, Almería, 2007, p. 325. Notas 21 y 22. Sobre sus años de gobierno en Nápoles, puede consultarse: COLONNA, D, Reassunto de’servitii ottenuti nel felicissimo governo del marchese de los Vélez ch’incominció a governare questo fedelissimo Regno allí 18 di settembre 1675 per tutt’oggi decembre 1682 etc., Nápoles, 1682. También: PARRINO, V, Teatro eroico e político de’governi de’viceré del regno di Napoli del re Ferdinando il Catolico fino el presnete nel quale si narrano i fatti piu  , 3 vols., Nápoles, 1692-1694. []
  13. G. GALASSO, Napoli Spagnola dopo Masaniello. Politica, Cultura Società, Nápoles, 1972, p. 198. Citado por: D. GARCÍA CUETO, Presentes de Nápoles. Los virreyes y el envío de obras de artes y objetos suntuarios para la Corona durante el siglo XVII, en J.L. COLOMER (coord.), España y Nápoles. Coleccionismo y mecenazgo virreinales en el siglo XVII, Madrid, 2009, p. 305. []
  14. Sobre la guerra de Mesina, puede consultarse: RIBOT GARCÍA, L.A, La revuelta antiespañola de Mesina. Causas y antecedentes (1591-1674), Valladolid, 1982, y La Monarquía de España y la guerra de Mesina (1674-1678), Madrid, 2002. []
  15. Archivo General de Simancas, Estado, leg. 3298, fol. 235. Tomado de: A. MARTINO – P. RODRIGUEZ  REBOLLO, Fernando Joaquín Fajardo, Marqués de los Vélez, Virrey de Nápoles…, p. 325. []
  16. G. SABATINI, L’oro di Napoli. Miti e realtà dell’economia e delle finanze napoletane nella prospettiva spañola, en J.L. COLOMER,  España y Nápoles…, p. 89. []
  17. E. NAPPI, I vicere spagnoli e l’arte a Napoli. Corpus documentale, en J.L. COLOMER, España y…, p. 125. []
  18. J.L. COLOMER, España, Nápoles y sus virreyes, en J.L. COLOMER; España y Nápoles…, p. 28. []
  19. V. SÁNCHEZ RAMOS, El poder de una mujer en la corte…, p. 54. []
  20. L.K. STEIN,  Opera and the Spanish Family. Private and public opera in Naples in the 1680s, en J.L. COLOMER,  España y Nápoles…,  pp. 427-428. []
  21. D. GARCÍA CUETO, Presentes de Nápoles. Los virreyes y el envío de obras de arte y de objetos suntuarios para la Corona durante el siglo XVII, en J.L. COLOMER, España…, p. 306. Véase, también, en este mismo artículo, p. 319, notas 108 y 109. []
  22. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez, Leg. 1657. Inventario de los Bienes y Hacienda de don Fernando Joaquín Fajardo, VI  marqués de los Vélez. []
  23. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez, leg. 1657. Depósito de los Bienes de la Testamentaría []
  24. Sobre este particular, puede consultarse: M.M. NICOLÁS MARTÍNEZ, La plata de la capilla de los Vélez de la catedral de Murcia, en J. RIVAS CARMONA (coord.), Estudios de Platería, Murcia, 2008, pp. 485-504. []
  25. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez, leg. 478. []
  26. T. MONTANARI, Studio per la tapezzeria e la decorazione apicale di una casa, a motivi vegetali, mascheroni e trofeo, en M. FAGIOLO DELL’ARCO – M.G. BERNARDINI, Gian Lorenzo Bernini, Regista del Barocco, Milán, 1999, p. 406. La noticia se puede leer en: D. GARCÍA CUETO, Presentes de Nápoles…, p. 305. Los dibujos de los diseños de las carrozas se encuentran en el Nationalmuseum de Estocolmo. Signaturas: THC 2084, 2085 y 2089. []
  27. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez, leg. 1657. Memoria de las Alhajas que se hallan consistentes en el depósito Judicial formado a los Bienes Libres de la testamentaría de don Fernando Joaquín Fajardo. []
  28. Archivo de Protocolos, f. 376v-377r. []
  29. M.C. DI NATALE, L’arte del corallo tra Trapani e la Spagna, en J. RIVAS CARMONA (coord.), Estudios de Platería, Murcia, 2010, p. 273. []
  30. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez. Leg. 1657. Un estudio histórico-artístico de esta caja se puede encontrar en: M.R. TORRES FERNÁNDEZ, El relicario de plata de Santa Rosalía de Palermo de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol de Vélez Blanco (Almería), en J. RIVAS CARMONA (cood), Estudios de Platería, Murcia, 2008, pp. 653-666. No obstante,  hay que rectificar el nombre de la donadora, que se ha documentado con posterioridad a la publicación de este trabajo. []
  31. M.C. DI NATALE, L’arte del corallo…, 2010, p. 278. []
  32. M. SAÉZ GONZÁLEZ, Plateros que trabajaron para el VII conde de Lemos, pp. 203-205. []
  33. Archivo Ducal de Medina Sidonia. Vélez. Leg. 1657, pieza 9. []